La psicóloga María Jesús Álava Reyes trabaja para que sus pacientes vean la etapa de confinamiento y pandemia como un aprendizaje más que como un sufrimiento. Recibe en su consulta a adolescentes con problemas, incluso algunos se autolesionan o han perdido las ganas de vivir por falta de una buena educación emocional. La ilusión es la clave para recuperarse.
Los efectos colaterales de la pandemia han aumentado mucho el trabajo de María Jesús Álava y de sus colegas de profesión. Esta psicóloga experta en coaching ejecutivo y psicología pedagógica analiza y reconoce que a diario ve cada vez a más personas con ansiedad, estrés o problemas de conducta como consecuencia del confinamiento y la pandemia. Asegura que el tratamiento personalizado consigue que sus pacientes lo vean como un aprendizaje y no como una etapa de sufrimiento. “Va a ser difícil que tengamos otra oportunidad tan buena para extraer enseñanzas vitales como las que nos ha dado la pandemia”. Además, pone especial énfasis en los estudiantes porque pueden convertir lo vivido en 2020 en una guía para su futuro: “Lo mejor que pueden hacer los jóvenes es prepararse para pasar los años venideros con muchos más recursos emocionales de los que hubieran tenido en una etapa universitaria normal. La pandemia nos ha enseñado a ilusionarnos”.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) advirtió a mediados de 2021 que había observado un repunte de las consultas de niños y adolescentes por síntomas de tipo obsesivo-compulsivo, depresión y somatizaciones, y que incluso los trastornos de la conducta alimentaria eran más graves y requerían más ingresos hospitalarios que antes de la pandemia. Entre los factores de riesgo estaban la incertidumbre, el exceso de noticias sobre coronavirus, el distanciamiento social o el abuso de pantallas.
Álava Reyes confirma esos datos con su experiencia. Recibe muchos más menores de edad y de jóvenes entre 18 y 30 años en 2022 que en años anteriores. Desde niños de 9 o 10 años que tienen problemas en los estudios, hasta adultos con insomnio pasando por adolescentes problemáticos. “Los adolescentes vienen en una fase muy grave, en muchos casos con autolesiones. Plantean que la vida no tiene sentido. Vemos que no han tenido una buena educación emocional y no están preparados para resolver las dificultades a las que han tenido que enfrentarse. Ha llegado un momento en que han hecho crac y se han venido abajo”.
”Las personas mayores son las que mejor han llevado el confinamiento"
María Jesús Álava Reyes
Curiosamente, las personas de más edad son las que mejor han soportado los efectos psicológicos de estar encerrados en casa varios meses. Álava lo achaca a su larga experiencia vital, y, por tanto, a un mayor aguante frente a las adversidades: “Ellos tienen más recursos ante la vida. Son los que más frustraciones han tenido a lo largo de los años y son tremendamente realistas. Saben sobreponerse en cualquier momento”.
La psicóloga aconseja a quien pueda padecer estrés pospandemia que vuelva a hacer planes. Viajar o quedar con los amigos son actividades que ya pueden retomarse y que le harán recuperar la alegría de vivir. “Si nos ilusionamos, el futuro será positivo. Eso sí, hay que trabajar. El futuro no nos va a venir regalado ni impuesto”.