Mario Alonso Puig tomó la decisión más importante de su vida hace veinte años cuando dejó de ejercer la medicina para ayudar a los demás de otra manera. Ahora imparte conferencias sobre capacidad de desarrollo, liderazgo, creación de equipos y alto rendimiento en entornos de presión. Con un discurso preciso y didáctico, consigue que las personas sustituyan la palabra fracaso por oportunidad.
Los pacientes de Mario Alonso Puig salían de la consulta sintiéndose mucho mejor física y mentalmente. Las palabras de este especialista en cirugía general y aparato digestivo les motivaban a dejar las penas atrás para embarcarse en un proyecto ilusionante. La escena se repetía a diario, e incluso los enfermos le pedían al médico que diera esas charlas fuera del hospital. Por ejemplo, en empresas. Han pasado veinte años desde que Alonso Puig les hizo caso. Dejó la cirugía y se centró en la motivación. Ahora imparte conferencias sobre el pensamiento humano, capacidad de desarrollo, liderazgo, creación de equipos y alto rendimiento: “Tomé la decisión más difícil de mi vida al dejar la cirugía, pero me sigo sintiendo igual de médico. Simplemente ejerzo la medicina de otra forma”.
Alonso Puig consigue que las personas cambien una mala percepción sobre sí mismas con un sencillo ejercicio mental que consiste en ver los errores desde una perspectiva diferente a la del fracaso. La mayoría de la gente tiende a desanimarse tras una equivocación, y más si es una decisión que afecta a su vida laboral o personal. Pero él anima a verlo como una oportunidad: “El error te enseña a hacer las cosas mejor la próxima vez”. De no aplicar esta máxima en la vida, se corre el riesgo de estancarse sin alcanzar jamás los sueños. “¿Qué evita que no nos arriesguemos? La asociación: error y fracaso”. Por eso, al experto en liderazgo le gusta rescatar la popular frase: “Un triunfador es un fracasado que nunca se dio por vencido”.
Cualquier persona puede alcanzar el éxito y convertirse en un líder que inspire a la sociedad, pero tiene que trabajárselo. “El líder no nace ni se hace, se entrena”. Alonso Puig defiende que todo el mundo tiene un potencial que debe ser capaz de desarrollar. Por eso, más allá de superar los errores y convertirlos en victorias, un líder social es reconocible porque posee cuatro características principales: es inspirador, es bueno en su trabajo, es coherente con lo que dice y lo que hace, y es empático. Además, una vez que está en la cima, tiende la mano y jamás mira por encima del hombro. “Nunca olvides a los demás por brillante que seas en la vida. Las personas verán en ti un ejemplo y crecerán”.
”El error te enseña a hacer las cosas mejor la próxima vez"
Mario Alonso Puig
Alonso Puig también invita a reflexionar sobre la felicidad. Un estado de paz y bienestar que no se alcanza con éxito ni con dinero: “El secreto de la felicidad es aprender a amar”. El ser humano parece haberlo olvidado porque se ha acostumbrado a ser egoísta moldeando al de enfrente. “Nuestro amor se ha convertido en un trueque: yo te quiero si eres como tienes que ser, y no por quién eres”. Por eso, el otrora cirujano aconseja dejar a un lado el individualismo para alcanzar la felicidad plena. “Ya lo dijo Paulo Coelho: ‘Ámame cuando menos lo merezco, porque es cuando más lo necesito’”.