Cuando la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiro, echa la vista dos años atrás, recuerda cómo el teléfono sonaba sin parar para solicitar comida, libros de texto o un ordenador para que los niños hiciesen los deberes. La irrupción del coronavirus en marzo de 2020 amplificó dos realidades sociales opuestas. Agravó la pobreza, pero también demostró que la sociedad española es muy solidaria.
La irrupción del coronavirus en marzo de 2020 amplificó dos realidades sociales opuestas. Por un lado, agravó la pobreza de los más desfavorecidos, pero por otro, demostró que la sociedad española es una de las más solidarias del mundo. Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, tiene todos los datos al haber participado en la elaboración de la primera radiografía social completa de la crisis provocada por la pandemia. Se trata del informe “Evolución de la cohesión social y consecuencias de la COVID-19 en España”, realizado por Cáritas y la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de la Sociología Aplicada).
“Medio millón de personas nuevas pidieron ayuda a Cáritas en 2020.Eso es un drama”. Cuando Peiro echa la vista dos años atrás, recuerda cómo el teléfono sonaba sin parar para solicitar comida, libros de texto, alguien que hiciese los recados a una persona mayor, una conexión a internet o un ordenador para que los niños pudieran hacer los deberes. Las necesidades de los más pequeños reflejaban los escasos sueldos de sus padres o la falta de empleo. Una situación que, antes de la COVID-19, no era tan evidente a ojos ajenos. “Muchos niños solo comen bien cuando van al comedor del colegio. En los momentos más difíciles, las familias con niños son las que peor lo pasan porque los menores necesitan no solo tener comida, sino también material escolar y otras necesidades cubiertas. Afortunadamente, no hay niños que mueran de hambre en España, pero sí que los hay que pierden muchas oportunidades por falta de una alimentación sana y completa”.
Según la radiografía social de Cáritas y FOESSA, casi dos millones de hogares dependen económicamente de una sola persona con inestabilidad laboral grave. Es decir, aquella que en el último año ha tenido tres o más meses de desempleo, o tres o más contratos en empresas distintas. De hecho, Peiro amplía esta información: “La crisis ha afectado el doble a los hogares en los que la sustentadora principal es una mujer, y el triple a los de personas extranjeras”.
”La pandemia nos ha vuelto a mostrar la gran solidaridad de la sociedad española"
Natalia Peiro
La secretaria general de Cáritas Española llama a la sociedad a mantener el mismo nivel de solidaridad con los más desfavorecidos e incluso a aumentar su compromiso. Es más, advierte de que nadie está libre de pasar una mala racha y pedir auxilio en instituciones como la suya: “Cualquiera puede caer en la exclusión social por perder el trabajo, por una ruptura familiar o por una enfermedad”.
Si algo ha aprendido la sociedad española en esta crisis es la importancia de ayudarse unos a otros: “La pandemia nos ha vuelto a mostrar la gran solidaridad de la sociedad española”. Por eso, Peiro reclama al Gobierno la consolidación y el aumento de medidas extraordinarias de protección social relacionadas, especialmente, con la vivienda, la educación o los cuidados de una población cada vez más envejecida.