José Iribas empezó el proyecto más importante de su vida el día de su boda porque iba a formar una familia. Tanto él como su mujer se emocionan al oír el sonido de las llaves en la puerta de casa al ser señal inconfundible de que alguno de sus cinco hijos, que les han dado cinco nietos, han ido a visitarles. El que fuera Consejero de Educación de Navarra está convencido de que sacar adelante una familia es sinónimo de una vida plena y muestra su preocupación por la baja tasa de natalidad europea, que afecta especialmente a España. Por eso, urge al Gobierno, a los empresarios y a los actores sociales a darle un lugar prioritario en su agenda a la protección de la familia.
Dios y el amor son las claves del mayor éxito de José Iribas: su familia. En una sociedad marcada por trabajos absorbentes que impiden la conciliación, promueven la competencia y fomentan el vivir para trabajar, este abogado con experiencia política y experto en alta dirección de empresas llama a la ciudadanía a reflexionar sobre lo que realmente importa para alcanzar la felicidad. “No seamos tontos al perdernos lo nuclear de la existencia con distracciones que nos arrojan a los lados del camino. Construyamos nuestro mayor proyecto desde la convicción de que sacar adelante a la familia es haber tenido una vida lograda”. Para Iribas, el matrimonio debe ser un proyecto sólido con perspectiva de futuro, alejado de impulsos pasajeros que pueden terminar en separación. “La presencia de Dios además de la de los cónyuges es fundamental para ayudar a que el matrimonio funcione. Es cosa de tres: Dios, marido y mujer”.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante 2020 se produjeron 80.015 casos de nulidad, separación y divorcio. El 81,3% de los divorcios fueron de mutuo acuerdo y el 18,7% restante, contenciosos. En el caso de las separaciones, el 89% lo fue de mutuo acuerdo y el 11% acabó en los juzgados. Además, la duración media de los matrimonios hasta la separación de la pareja fue de 16 años, una cifra ligeramente inferior a la de 2019. Estos datos apenan a Iribas, que califica las rupturas matrimoniales de “auténtico dolor” y aboga por ponerles remedio predicando con el ejemplo de relaciones como la suya, basadas en pilares sólidos.
Los informes del INE también alertan de los escasos nacimientos en Europa y, por tanto, en España, con una tasa de natalidad (número de nacimientos por cada mil habitantes en un año) del 7,15%, y un índice de fecundidad (número medio de hijos por mujer) que no supera el uno. “Hay padres que comentan que les hubiera gustado tener más hijos. Es dramático que eso ocurra en un Estado que presume de ser democrático y lleno de derechos sociales. Deberíamos pensar qué sociedad queremos crear”.
”Es dramático que las familias no puedan tener los hijos que desean"
José Iribas
Iribas defiende el teletrabajo y unos protocolos laborales más flexibles en cuanto al tiempo de permanencia en la oficina en los que se prioricen los objetivos de rendimiento. Así, dice, “las familias tendrán el derecho de conciliar y sacar adelante a sus propios hijos, que son lo mejor que uno tiene en la vida”. Para lograrlo, este abogado que actualmente desarrolla su labor en el Equipo de Titularidad de la Fundación Educativa Franciscanas de Montpellier, da un toque de atención a los políticos, los empresarios y los actores sociales para que incluyan en sus agendas de manera urgente la defensa de la familia.
Los “deberes” que Iribas marca para preservar el modelo de familia y sus valores también pasan por expresar el cariño al prójimo de manera cotidiana, sin necesidad de que una catástrofe o un hecho inusual como la pandemia sean lo que nos impulse a hacerlo: “En el confinamiento vimos quién nos apoya, quién nos acoge y quién nos quiere, pero debemos aprender a verbalizarlo y expresarlo. Eso nos ayudará a ser más felices y mejores personas”.