Toni Nadal acompañó a Rafa desde el momento en que empuñó una raqueta por primera vez. Su esfuerzo siempre estuvo más centrado en entrenar su carácter que su técnica, y aunque bromea diciendo que si siguió entrenando a su sobrino fue porque era de la familia y no le podían echar, el hecho es que los resultados hablan por sí solos. El palmarés de Toni Nadal como entrenador suma sesenta y nueve títulos e incluye la Copa Davis, dos oros olímpicos, los tres periodos de Rafa Nadal como número uno y catorce Grand Slam. Hoy dirige la academia de tenis que lleva el nombre de su sobrino y, entre las frases motivacionales que decoran sus paredes, esta es su favorita: “Nunca una excusa nos hizo ganar un partido”.
Toni Nadal suele contar una anécdota que le pasó a pie de pista con su sobrino, Rafael Nadal, un día que jugaba contra el suizo Roger Federer.
“Rafael me preguntó: ‘¿Cómo ves el partido de hoy?’. Y yo le respondí: ‘Pues lo veo complicado porque Federer tiene mejor drive que tú, el revés es también mejor que el tuyo, y la bolea es mucho mejor que la tuya’. Cuando fui a decirle: ‘Y en el saque no hay color’, me paró y me dijo: `Calla, calla.Vaya moral que me das para salir a la pista’”. Yo le contesté: “Si quieres te puedo engañar, pero dentro de un rato no te va a engañar Federer. Más vale que sepas a lo que te enfrentas”.
Para Toni Nadal, es mucho mejor analizar la verdad cruda y, a partir de ahí, buscar soluciones. Tiene fama de haber sido muy duro con su sobrino y él mismo reconoce que es verdad. “Durante años yo le hice entrenarse en pistas de malas condiciones y con bolas de malas condiciones. Había veces que le decía que íbamos a entrenar hora y media y luego alargaba el entrenamiento indefinidamente porque me interesaba que él aprendiera a fortalecer su carácter.”
El tío del manacorí intentó siempre que la exigencia que le quería inculcar deviniera en autoexigencia. “Uno no puede estar siempre tirando de su jugador”.
Hoy Toni Nadal es coach motivacional, además de dirigir Rafa Nadal Academy y dar conferencias por el mundo sobre el valor del esfuerzo. En ellas trata de concienciar, a través de su historia de éxito, de que el carácter se forja enfrentándose a la dificultad. Hoy contesta a las preguntas de los entrevistadores de Haciéndote Preguntas.
La visión del tío de Rafa Nadal sobre la educación en estos tiempos es rotunda: “En este mundo nos han hecho pensar que, solo por ser quienes somos, tenemos derecho a todo. Vivimos en una época en que no se enseña a conjugar el verbo aguantarse: yo me aguanto, tú te aguantas. Yo lo veo en la academia. Muchos chicos juegan bien cuando las cosas marchan a su favor, pero cuando las cosas van mal, sale esta emoción incontrolable que arruina el juego”.
Una anécdota ilustra hasta qué punto Rafa Nadal interiorizó este aprendizaje. Relata cómo en un torneo, cuando Rafa era aún un adolescente, Toni estaba viendo el partido de otro pupilo mientras Rafa jugaba en una pista cercana. Alguien se le acercó y le dijo: “Tu sobrino está perdiendo estrepitosamente. Creo que tiene la raqueta rota”. Toni se acercó a la pista donde jugaba Rafa y le preguntó: “Con la experiencia que ya tienes, ¿no te das cuenta de que tu raqueta está mal?”. A lo que él respondió: “Estoy tan acostumbrado a que todo sea mi culpa que ni se me ha pasado por la cabeza que fuera la raqueta lo que me estaba haciendo perder”.
”Es muy difícil dominar la pelota si no consigues dominar tu voluntad."
Toni Nadal
Pese a su exitosa carrera, él mismo conoce de cerca qué es la frustración. Toni Nadal quiso ser tenista, pero a los 20 años tuvo que hacer autocrítica y decidir que no era lo suficientemente bueno para ser jugador profesional. Fue ahí donde decidió reinventarse como entrenador. “Llega el momento de abandonar cuando uno pierde la fe en sus propias posibilidades. En la vida uno debe tener metas, debe tener ilusiones y no le tiene que frustrar no conseguirlas”.
Para Toni Nadal, la clave de una buena educación que fomente una mente equilibrada es el carácter. Siempre se lo dije a mi sobrino: “Es muy difícil dominar la pelota si no consigues dominar tu voluntad”. Quizá, siguiendo el ejemplo de los Nadal, nuestras vidas sean más felices y nuestros objetivos más alcanzables cuando decidamos, por fin, esforzarnos lo suficiente y dominar nuestra voluntad.