“Muchos de los temas relacionados con la reproducción asistida y con la fertilidad tocan el núcleo del hombre y la propia dignidad del ser humano. Afectan la realidad de la discapacidad y también aspectos que tienen que ver con la manipulación o la selección embrionaria”. Quien habla es el doctor Luis Chiva, director del departamento de Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra. El invitado de esta semana en ‘Haciéndote Preguntas’ nos invita a reflexionar sobre los límites para tener un hijo.
En 1978 Louise Brown fue la primera bebé nacida por fecundación in vitro en el mundo. Hoy esta británica tiene 43 años y más de ocho millones de niños han nacido gracias a estas técnicas, según los datos del último informe de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHRE).
Desde entonces la ciencia de la fertilización ha dado pasos gigantes. Tantos que el doctor Luis Chiva propone que es hora de que nos planteemos si todo vale a la hora de tener un hijo. “Hemos recorrido un camino muy rápido en poco tiempo y ahora estamos reflexionando sobre si nos hemos pasado”, comenta.
Los expertos que integran el comité internacional que monitoriza el progreso de este conjunto de técnicas calculan que, de un total de dos millones de tratamientos de reproducción asistida que se llevan a cabo anualmente, nacen medio millón de niños.
Según Luis Chiva, eso certifica la cantidad de embriones congelados que hay en el mundo a la espera de ser implantados. En la clínica que él dirige, se ayuda a las parejas a través del análisis del estilo de vida, de la relación o de la ventana fértil de la mujer. También hacen un estudio de los sistemas reproductores de ambos para saber dónde puede estar el impedimento. Chiva asegura que “es posible, y debería ser imprescindible, ayudar a estas parejas siendo respetuoso con lo natural”.
En esta misma línea el Papa Francisco se pronunció en noviembre de 2015. Dijo que el proceso fomentaba la idea de que tener hijos “no era un derecho, sino un don preciado” y que “se juega con la vida”.
“A veces, en la ayuda para buscar un embarazo, llegamos a un punto que lleva a saltarse muchos de los límites que quizá hace años nunca hubiéramos pensado. Pero hay personas que entienden que en la intimidad de algo tan digno como es la reproducción hay que ser muy respetuoso con la naturaleza”, asegura Chiva. En ese sentido, el doctor cree que lo que se tiene que hacer es apoyar la naturaleza y “no distorsionarla, forzarla, congelarla ni seleccionarla”.
”“El respeto a lo natural debería ser imprescindible en la reproducción asistida”.
Luis Chiva
Chiva resalta que, detrás de esta realidad asistencial, hay mucho dinero y las causas no solo son la oferta, sino también la gran demanda. Un 15% de las parejas tiene dificultades para conseguir un embarazo y, en la actualidad, uno de los factores clave es la edad de la mujer en la búsqueda de su primer hijo. “Se nos ha dado la falsa esperanza de que podremos esperar hasta muy tarde para concebir”, asegura Chiva.
Según el doctor, “hay un baby business y no está controlado”. Este es el ámbito de la medicina que produce un mayor porcentaje de beneficios, probablemente al mismo nivel que la cirugía estética, con la diferencia de que en este caso nunca se puede asegurar al 100% que el ansiado embarazo sucederá.
Para el doctor es importante también empezar a hablar de adopción y, concretamente, de adopción internacional. “Es una realidad poco cuidada que sí permite llenar el corazón de esas parejas. Es una opción real, aunque mucha gente no la valora o no la asume”.