El 25 de junio entra en vigor la ley de eutanasia, aprobada en marzo en el Congreso de manera exprés y en contra de la opinión de la Organización Médica Colegial y el Comité de Bioética de España. Una ley que pretende obligar a los médicos a poner fin a la vida de los pacientes que lo soliciten.
“Solo el 3 % de los pacientes en situación paliativa solicita la eutanasia y de ese 3 %, solo el 1 % la sigue solicitando una vez que ha recibido los cuidados paliativos”. Así de contundente se muestra Alonso García de la Puente, director del Departamento Psicosocial del Hospital de Cuidados Laguna de Madrid con datos publicados por el INE. Según este experto “para alguien que trabaja en el día a día aliviando el sufrimiento de estos enfermos, la ley de eutanasia no se corresponde con la realidad”.
Entidades como el Colegio de Médicos de Madrid han mostrado su rotunda oposición a una ley que dicen, destruye la relación de confianza médico-paciente. Así mismo, va en contra de la práctica de la Medicina, cuya finalidad según los Códigos Deontológicos es curar, cuidar y aliviar. En este sentido, el doctor Tomás Chivato, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo, opina que “la eutanasia va en contra de la esencia del acto médico”.
De la Puente no solo cuestiona la ley sino también la celeridad con la que se ha tramitado. “Yo le pediría a los legisladores, o a cualquier persona, que se acerque a cualquier hospital donde tratamos a estos enfermos y se den cuenta de la realidad que vivimos, de la necesidad real que tienen los pacientes, que es la de aliviar su sufrimiento y que la sociedad siga preocupándose y ocupándose de ellos.”
Esta ley que próximamente entrará en vigor no responde a una demanda internacional ya que, tras la adhesión de España, son tan solo siete los países en todo el mundo en los que la eutanasia está legalizada: Holanda, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia y Nueva Zelanda.
”Nadie se imagina un final en el que alguien acaba con otro alguien”.
Alonso García de la Puente
Existe una corriente de profesionales de la medicina a los que pone voz la SECPAL, que apuestan por una mejora de los cuidados paliativos como alternativa a la eutanasia. Aproximadamente 200.000 enfermos al año necesitan de cuidados paliativos en España y de ellos, unos 80.000 fallecen por falta de unidades de este tipo. Se trata de paliar, como sinónimo de cuidar. Esa es, según Alonso García de la Puente, la verdadera compasión y no aquella que se utiliza para disfrazar el hecho de poner fin a la vida de alguien.
Bajar nivel de conciencia, sin acortar la vida
El psicólogo advierte sobre la necesaria diferenciación entre sedación paliativa y eutanasia, en ocasiones confundida “por falta de información”. La sedación paliativa es un recurso clínico que utiliza un médico ante un síntoma refractario. Se trata, según explica el psicólogo, de bajar el nivel de conciencia para aliviar el sufrimiento del paciente, pero sin acortar su vida.
De la Puente explica cómo en su larga experiencia al cuidado de pacientes terminales, ha vivido numerosas historias donde el amor y la fe son los protagonistas. “Me gusta mucho compararlo con un baile, en el que nosotros agarramos al paciente y es el paciente el que dirige y acompañamos, con compasión, a sus necesidades al final de su vida”. Por eso, Alonso sentencia: “Me cuesta admitir que otro venga a decir que la manera que él tiene de ser compasivo y de mirar al otro es acabando con su vida”.
De la Puente explica cómo en su larga experiencia al cuidado de pacientes terminales, ha vivido numerosas historias donde el amor y la fe son los protagonistas. “Me gusta mucho compararlo con un baile, en el que nosotros agarramos al paciente y es el paciente el que dirige los pasos. Nosotros le acompañamos con compasión a sus necesidades al final de su vida”. Por eso, Alonso sentencia: “Me cuesta admitir que alguien diga que la manera de ser compasivo es acabar con la vida del otro”.