Don José Pedro Manglano es sacerdote y fundador de Hakuna. Hoy viene a ‘Haciéndote Preguntas’ para contarnos en profundidad todos los detalles de este grupo cristiano.
Cuando escuchamos hablar de Hakuna es inevitable pensar en la famosa película ‘El Rey León’. «Hakuna matata» es uno de sus mensajes más conocidos, que significa «disfruta y sé feliz», algo que, en cierta forma, también define ¿el carisma de Hakuna?, cuenta don José Pedro Manglano. “Ese mensaje fue una gran inspiración para nosotros, incluso para el nombre”, apunta.
Más allá de la anécdota, Hakuna es un movimiento juvenil católico en el que la música tiene un enorme protagonismo. Don Josepe, nombre por el que es más conocido, explica que “las canciones son nuestra forma de educar el alma y expresar nuestras inquietudes más profundas. A través de la música, conectamos nuestro corazón con el corazón de Dios. Despiertan nuestra sensibilidad”. Para este sacerdote, Hakuna es el grupo de música más grande del mundo “porque seguimos a Cristo, y la adoración es el centro de nuestras vidas».
Llama mucho la atención que los colaboradores de esta organización sean conocidos como “pringados”. Puede sonar extraño, incluso despectivo, pero don José Pedro Manglano aclara que este nombre tiene un significado especial: «No queríamos que el rasgo que definiese a la persona que encontrara su lugar en la Iglesia dentro de Hakuna fuese tener un puesto de relevancia”. Es decir, “el ‘pringado’ es al que no le importa qué hacer porque lo que quiere es ponerse al servicio de Dios”.
Estos ‘pringados’ han conseguido llenar el Palacio Vistalegre de Madrid con más de 8.000 personas. Para este sacerdote, el secreto es simple: «El fuego siempre quema». Allí se reunieron personas de distintos trasfondos, creyentes y no creyentes, jóvenes y mayores. “Todo el mundo que ha experimentado algo que le ha liberado quiere que los demás también lo experimenten”.
Hace poco más de un año, varios miembros de Hakuna mantuvieron un encuentro muy especial con el Papa Francisco. De esa conversación, don Josepe destaca uno de los consejos que les dio el Papa: «No aflojen». Además, el fundador de Hakuna cuenta que el Santo Padre le envió un vídeo poco después animándolos a “seguir siendo creativos». Estos dos mensajes “definen Hakuna a la perfección”. En Hakuna aseguran que la música es sólo una parte de su carisma, de su identidad, y la más conocida, pero para ellos lo único importante es seguir a Cristo. El pasado 11 de septiembre, don Josepe acudió al Vaticano para encontrarse de nuevo con el Santo Padre en una audiencia privada.
”A través de la música, conectamos nuestro corazón con el corazón de Dios.
Don José Pedro Manglano
La notoriedad de este movimiento parece que contradice la percepción de que el catolicismo está en un momento delicado. Para don José Pedro, “el número de fieles no es el único indicador de crisis. La verdadera crisis es la que vive el ser humano en la Iglesia”. El fundador de Hakuna cree que “necesitamos desconectarnos más del mundo para recibir el mensaje de Dios. Cuando las personas nos vean felices, eso será una fuente de esperanza para el mundo».
Para don Josepe, la verdad es fundamental. “Si queremos que los jóvenes y personas de todas las edades se involucren en la Iglesia, debemos dejar de lado las estadísticas y el deseo de expandirnos y enfocarnos en hacer las cosas con autenticidad”. Quizá esto pueda ser una de las explicaciones del gran éxito que tiene este joven movimiento católico.