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"Me da un poco de envidia la gente que tiene fe"
"La música no nos quita el hambre ni la sed física, pero nos alimenta el alma"

David Summers es compositor, bajista y vocalista de Hombres G. Hablar de este grupo, y concretamente de David, es hablar de 40 años de éxito musical. De su puño nacieron canciones que han sido, y son, himnos para varias generaciones. Hoy conocemos la importancia de la música en nuestras vidas con alguien que no sabe vivir sin ella.

Si piensas en David Summers seguramente te venga a la mente alguna estrofa de ‘Venecia’ o ‘Marta tiene un marcapasos’. Es inevitable. Da igual la edad que tengas. Sus primeras letras, escritas cuando apenas tenía 18 años, llevan 40 años en las vidas de todos los españoles. Sin embargo, hay una todavía más especial que el resto: ‘Sufre mamón’. O como la discográfica renombró para evitar líos: ‘Devuélveme a mi chica’. “Gracias a que un día escribí ese tema, hoy estoy hablando aquí contigo”, asegura David Summers. Fue de las primeras canciones de su carrera musical, pero supuso un antes y un después. “Esa canción fue la que encendió un fuego que luego he tenido que alimentar, pero gracias a ella todo lo que pasó después ha tenido sentido. Y hoy, 40 años después, estamos aquí hablando de mi música”, explica Summers.  

Lo más llamativo es que todo lo que dice la canción es cierto. David tenía una novia que no estaba demasiado contenta con su papel de componente en un grupo de rock. Por eso se fue con un niño pijo que tenía un jersey amarillo y un Ford Fiesta blanco. “Me avisaron de que iban a venir a uno de mis conciertos y escribí la canción para fastidiarles. Realmente fue una venganza musical y funcionó. Gracias a Dios, siguió con él y a mí me regaló una canción que me dio la vida. Gracias a que se fue con un niño pijo, yo soy quien soy. Fue una gran idea hacer la canción”.  

No obstante, reconoce que hoy en día sería difícil que le hubiesen dejado componer la canción tal y como la conocemos. “Es cierto que los músicos tenemos libertad de expresión. No obstante, la exposición y la tiranía en redes sociales nos lleva a autocensurarnos muchas veces”. Otra de las cosas que lamenta es no ser creyente: “La gente creyente tiene más seguridad”.

Me da un poco de envidia la gente que tiene fe” David Summers @DavidSummersHG, vocalista de @HombresG, en #HaciéndotePreguntas Click to Tweet

Todos nos hacemos la misma pregunta: ¿por qué sus letras no envejecen? Aunque no está muy seguro, David cree que es porque “intento hacer algo distinto y original, no sigo la moda. Trato de hacer canciones bonitas y eso llega a todo el mundo”.  

Desde luego, no le ha ido mal con esta fórmula. Lo que es poco habitual es que el éxito te llegue tan pronto. A David le llegó con sus primeras canciones. Hombres G se tuvo que subir a un tren de alta velocidad en marcha sin apenas haberlo soñado antes. La popularidad fue tal que cientos de fans esperaban a David en la puerta de su casa cada día. Aunque hay una anécdota que perfectamente podría ser de película. Fue en una de sus giras por Sudamérica en el año 1987. El reloj marcaba las 5 de la madrugada y los Hombres G se encontraban durmiendo en la habitación del hotel, pero unos golpes en la ventana despertaron a David. “Era un séptimo u octavo piso”, recuerda el cantante. Cuando se asomó, vio a una niña de unos 15 años con un papel y un boli en la boca. “Había escalado siete pisos para que le firmara un autógrafo. La metimos para adentro, firmamos y la mandamos al ascensor”, cuenta Summers entre risas.

La música nos alimenta el alma

David Summers

Ese niño que aprendió a tocar los acordes básicos de una guitarra por recomendación de su padre no pudo predecir todo lo que le tocaría vivir en los siguientes años. Y es que David siempre cuenta que su padre, el gran Manuel Summers, tuvo una gran influencia sobre él. “Me dio los mejores consejos y, sin duda, es mi gran referente. Ha influido tanto en mí que se nota incluso en los Hombres G. Es como si fuera el quinto de los Hombres G”.  

La pérdida de su padre le dolió tanto que ni siquiera tuvo la entereza de expresarse abiertamente en la canción que le dedicó cuando hizo su disco en solitario. ‘Si me dejas’, así se llama el tema, “está dedicada a él, pero la disfracé”, dice Summers. “Es una canción desgarradora. Me dio tanto pudor abrir mi corazón que la quise disfrazar un poco como una ruptura en lugar de la pérdida de mi padre”.  

Lo que sí está claro es que David Summers no podría vivir sin la música. “Yo creo que nos alimenta el alma. Cantar y tocar me hace feliz porque ves a la gente tan feliz que te hace estar así. Es el motor que me hace continuar en este trabajo”.

“La tiranía en redes sociales lleva a los músicos a la autocensura”
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